Ubicado en el centro del país, y en las Grandes Llanuras de Hungría, se encuentra Kecskemét, una ciudad que personifica la vida en Hungría fuera del agitado estilo de vida de Budapest.
Es lo suficientemente pequeña como para mantener una sensación de aislamiento, pero lo suficientemente grande como para tener mucho que ver o hacer.
A aproximadamente una hora de la capital, es un destino popular para los viajeros que desean explorar más allá de las principales ciudades. Es un favorito en particular para los fanáticos de la equitación, gracias a las excursiones a Great Plains o al famoso espectáculo ecuestre en Bugac.
Historia
El área alrededor de la ciudad ya estaba habitada, según demuestran las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo, durante la Edad de Bronce. Hacia el año 1000 llegaron los magiares y a principios del siglo XIII la zona de contaba con siete pequeños pueblos con de escasa población, que serían destruidos por la llegada de los mongoles.
Al final del siglo XIII se establecío la colonización de los cumanos, invitados a repoblar la zona por los gobernantes húngaros. Los orígenes de Kecskemét como ciudad se remontan a 1368 (se menciona en el título del rey Luis I de Hungría como municipio agrícola), aunque se conserva muy poco de aquella época.
Que ver en Kecskemét
Tanto si llegamos en autobús como si lo hacemos en tren, deberemos, nada más llegar, localizar y tomar la calle de Nagykőrös (Nagykőrösi utca), lo que nos llevará directamente al centro de la ciudad.
Lo primero que veremos será el Cifrapalota, junto a la sinagoga. De aquí parte la zona peatonal donde se encuentran los edificios más emblemáticos y la mayoría de negocios hosteleros.
Ayuntamiento
Construida entre 1893 y 1897 según el diseño de los arquitectos Ödön Lechner y Gyula Pártos, cuando el movimiento secesión estaba en pleno auge.
El estilo del edificio es una mezcla entre art nouveau, renacimiento francés y elementos del arte popular húngaro y turco. Sus paredes exteriores están decoradas con cerámica mayólica de Zsolnay, que también se puede ver en otros edificios de la ciudad.
El carillón del balcón toca, desde 1983, obras de músicos húngaros clásicos (Kodály, Erkel), Haendel, Beethoven y Mozart y canciones folclóricas húngaras. En un extremo del edificio se encuentra la oficina de turismo.
Gran Iglesia Católica (Nagytemplom)
Construída entre 1774 y 1806 en estilo barroco tardío de una sola nave. Con su imponente estructura domina la plaza. Su aguja se eleva 73 m y ofrece magníficas vistas de la ciudad y alrededores. El exterior incorpora estatuas y relieves de destacados personajes de la historia del país. Su torre fue devastado por el terremoto de 1911. El interior es austero, con excepción de los escalones que suben al púlpito.
Los frescos de la nave son de Ignats Roskovics y las pinturas decorativas de Ferenc Lohr, ambos trabajos de 1901.
Museo de Arte Naif Húngaro
Situado en Bánó Hazá (Casa Bánó), una vivienda barroca de alrededor de 1730, está consagrado a los artistas naif locales, contemporáneos y anteriores, artífices de piezas realmente exquisitas.
El museo, creado en 1976, es único en Hungría y proporciona un detallado repaso del género: hay más de 2.500 modelos expuestos, entre las que destaca la colección de estatuillas de animales, así como pinturas surrealistas o un tanto medievales.
Destacan las obras de Rozália Albert Juhászné, Dezső Mokry-Mészáros, András Süli, István Kada o János Balázs, cuyas pinturas en cristal son similares a las de Magritte.
Museo y Taller de Juguetes Szórakaténusz
Pegado al Museo de Arte Naif Húngaro, el Szórakaténusz es un paraíso para los niños alojado en un edificio de madera especialmente diseñado para el museo.
Entre la muestra de juguetes húngaros expuestos, que datan del siglo XVIII hasta hoy, destacan las muñecas y los juguetes de madera. En verano hay talleres interactivos para niños.
Iglesia Franciscana
Frente al ayuntamiento se encuentra la reliquia arquitectónica más antigua de Kecskemét, la iglesia de los Franciscanos construida en el siglo XIV junto con el adyacente convento franciscano.
Más conocida como Barátok templom (Iglesia de los Amigos) ya que fue utilizada hasta 1564 por católicos y protestantes conjuntamente (hecho único en la historia de la religión), está dedicada a Szent Miklós (San Nicolás), patrón de la ciudad.
Originalmente fue construida en estilo románico y, tras varias reconstrucciones, adquirió su carácter barroco actual a finales del siglo XVII.
Museo de Fotografía Húngara
Este excelente museo alojado en una espléndida mansión del siglo XVIII, antaño sinagoga, exhibe obras de los grandes fotógrafos húngaros, como André Kertesz y Lászlo Moholy-Nagy.
La base de la colección permanente pertenece a la Magyar Fotóművészek Szövetsége (Asociación Húngara de Fotógrafos), con una colección que comenzó en 1958. El museo, único de su tipo en el país, organiza regularmente exposiciones monográficas de artistas internacionales.
La librería de fotografía aneja es una de las mejores en su género, completándose el material con documentos, cámaras, artículos fotográficos y equipos de laboratorio.
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