Este tipo de cafés históricos en la mayoría de las grandes ciudades terminan funcionando más como museos o atracción turística que como un café propiamente.
Algo similar a nuestra experiencia en el Café Nicola de Lisboa, otro lugar histórico que mantiene su esplendor de principios del siglo 20, pero que en la actualidad funciona principalmente para atraer turistas que consumen algo rápido, pagan y se marchan.
Si bien en Gerbeaud de Budapest aún se ven esos parroquianos que se pasan una tarde entera leyendo y consumiendo más bien poco…el turismo masivo esta copando el lugar.
Café Gerbeaud
Este café es uno de más antiguos de Europa y tiene una historia extraordinaria, un ambiente especial, y pasteles muy famosos en la ciudad. Podría decirse que es una mezcla entre café y pastelería.
Realmente es muy hermoso tanto por fuera como por dentro. Toda la decoración de los salones tiene una elegancia que en mi caso, me avergonzo un poco, ya que mi vestimenta no estaba a la altura después de pasar 10 hs caminando por Budapest.
El servicio es como tiene que ser en este tipo de lugares…los camareros detectan muy rápidamente a los viajeros low cost, que buscan una foto y a lo máximo que aspiran es a tomar un café.
Si eres de este tipo de viajero, no te sientas mal si el servicio es un poco rudo, seguramente ya están al conciente de que la propina no será muy generosa.
Pasteles
Hay todo tipo de pasteles, todos lucen exquisitos. En mi caso lamentablemente sólo pude probar los croissants pero en cuanto cobre mi próximo sueldo volveré en busca de algún pastel más elaborado o alguna de las copas de heladas que observe con nostalgia desde mi mesa.
Desayuno
Esto nos envió un lector de nuestra guía sobre el desayuno que probó en el café
“El desayuno completo para dos se sirve en una bandeja ovalada en la que hay un poco de todo: fruta fresca, bacon y huevos revueltos, mermelada casera y mantequilla, foie gras, queso fresco, muesli con yogurt, salami húngaro y jamón cocido.
Este desayuno incluye una cestita con bollería variada, croissants, brioche y un par de bollos de pan. El desayuno viene acompañado de zumo –que no es fresco- y café o té.”